La ciudad del amor
Karen Lamassonne, esa artista perspicaz que por allá el en año 79 inquietó esta parroquia al exponer su serie "Baños", vuelve a sus andadas en el lugar donde empezó: es decir, Karen Lamassonne expone de nuevo en Cali.
Después de un periplo de 10 años durante los cuales trasegó por diferentes disciplinas artísticas, todas ellas relacionadas con el manejo de la imagen (cine, video, fotografía, etc.), Lamassonne se arma de valor, retoma sus viejos pinceles y regresa con una nueva, estimulante y hasta desbordada muestra de sus pinturas en la que se puede constatar fácilmente el enriquecimiento logrado por la artista durante ese lapso en el que estuvo relativemente ausente de las salas de arte.
Y regresa, también, a su punto de partida. La ciudad donde alguna vez un conferencista anacoreta descolgó su obra por considerarla impúdica, esta vez el motivo, el tema mismo de su obra. Es como si después de estar tanto tiempo ausente de su trabajo específico y de su entorno, decidiera hacer este homenaje visual, lleno de poesía y color, como quizá la mejor manera de recobrarlos.
De Lamassonne ya muchos conocen y valoran su indiscutida calidad técnica, su asombroso dominio del color. Pero es más probable que de su obra se recuerden como valores intrínsecos, sus planteamientos siempre nuevos, audaces, impredecibles.
Y aunque su febril actividad artística la ha llevado a incurcionar en otros campos hasta casi alejarla de su raíz inicial, la pintura, es justo reconocer en todo el conjunto de su obra ese toque conmovedor y a veces divertido, ese aire renovador y ciertamente excitante que generalmente escasea en nuestra plástica acartonada y academicista.
Es quizá esta energía creadora la que ha sido admirada en distintas galerías de Europa y Estados Unidos. Pocos podrán sustraerse a la fuerza de estas imágenes que representan en sí, lugares o actitudes del mundo que nos rodea, pero que en la particular concepción de las cosas que tiene la artista, se nos presentan como nuevas, inéditas o casi desconocidas.
Esta última muestra pictórica de Karen Lamassonne se entretiene en recrear rincones y parejas en parajes que seguramente resultarán familiares a muchos en muchas partes, pero que la aguda imaginación de esta artista hace aparecer como una especie de Lilliput, ciudad de bolsillo dominada por el gigantismo gris de los amantes que se entregan a lo suyo impúdicamente, frente a lo que realmente es una pequeña ciudad.
Bien podríamos pensar que esta exposición de Karen se trata en el fondo de una gran apología del amor, dedicada a una ciudad concebida exclusivamente para eso.
"Mincha" El Pais Cali, Colombia, 17 de Abril de 1989