Pegados mortales
La obra de Karen Lamassonne siempre es autobiográfica. Ilustrativa del entorno y emociones, Recuerdo sus baños, cocinas y demás escenarios caseros resultado de vivencias y estadías en ciudades como Nueva York, Bogotá y Paris. En ellos fue documentando el color, los espacios, la luz y cada uno de los objetos que la rodearon y que al mirarlos nuevamente tenían como finalidad iluminar recuerdos.
Su última exhibición individual en Cali fue en la Galería Taller del Museo de Arte Moderno La Tertulia, allí reunió una visión de esta ciudad a la cual también ha estado vinculada en un lapso importante de su carrera y sentimientos. Los lugares comunes, las plazas y los puentes fueron transfigurados a través de perspectivas alteradas y de acciones eróticas, donde la composición y el color jugaron un papel protagónico.
Karen Lamassonne hoy propone una visión más anárquica, malabarística y sugestiva. Es la reconstrucción de su experiencia en San Francisco de California, donde vivió en los últimos meses. Su idea sigue girando en torno al erotismo pero el tratamiento es más exaltado, barroco y recurrente. Las copia xerox, los impresos, las plumas, las telas, van armando las superficies agitadas de sus cuadros, muy conmocionados por las imágenes orientales y toda la memorabilia que su ojo y sensibilidad han rescatado del Barrio Chino.
Sus trabajos consiguen revelar un itinerario sentimental, de sueños y deseos. El vehículo son superficies iluminadas, amatorias y transfiguradas que hacen de estas propuestas algo verdaderamente inquietante y conmovedor.
Miguel González, Curador Museo de Arte Moderno La Tertulia, Cali, 1991